Después del silencio hay otro silencio que se encadena a nosotros como una sombra premonitoria, un fuego sin llama, unos pasos que apenas se escuchan pero que duelen como todo lo que viene y te quema.
Arqueo mi cuerpo y caigo en la ceniza, mi máscara ha quedado tendida en medio de la tierra…soy un hombre solitario contemplando como se derrumba el mundo, y sin embargo, al otro lado del día, sigue, entre la bruma, el bosque de invierno cubierto por su manto de nieve.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario