No me reconozco en la caída terrible de la tarde.
Leo poemas que hablan de ciudades imposibles
donde el amor se pierde en las esquinas
o se compra, a precio de mercado, en medio de la noche.
Escribo sobre las sílabas otras que borran mis gestos,
mis signos, las metáforas de mi vida
mientras escucho caer el silencio dentro del silencio...
palpita un corazón, lo empapa la lluvia...
las primeras flores del almendro se han helado.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario