La palabra lejana siempre da pasos
para medir las distancias.
En el esfuerzo de contemplar el horizonte
se arrastran días de nubes y claros
y noches de astros silenciosos.
Cuando callo reina un tiempo de silencio,
un muro del color de la tarde
por el que lentamente se desdibuja la luz
y se hace el viento pájaro,
tan dulce y frío como el invierno.
f.
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