Lo inolvidable cruza como una estela el cielo.
Se ha ido la niebla y su herrumbre,
como la humedad que lleva
para desarmar todas las palabras.
No sé dónde están hoy las respuestas,
no me preguntéis como si fuera un hechicero,
miro al cielo oscuro,
encapotado de nubes,
no veo más que mi propio miedo.
Amenaza la lluvia y el viento en la noche...
tal vez sea lo mejor quedarse en silencio
y amasar esta permanente desazón
escuchando caer la lluvia.
Una manera solitaria de redimirse...
f.
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