Elijo el acto de morir en cada verso,
sin tajos que dejen rastro,
solo ese instante de llaga sin matices,
un caer dentro de uno mismo
sin más razón que reconocer el frágil equilibrio
entre los diversos mundos que me habitan.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
1 comentario:
centro quebrantable
donde el equilibrio
se balancea
ante el más breve soplo
de un latido….
besos
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