Yo no tengo alma, quizás una piedra tallada con nombres de ausencia.
Soy lo básico, dos o tres huellas húmedas en la arena,
parecidas a los rastros de las serpientes,
eses que solo han recogido el instante.
Una palabra a veces es todo lo que sé,
otras el hilo que hace que me pierda
buscando lo imposible entre los versos.
Hojas de otoño arrastradas por el viento,
flores de almendro tiritando en el amanecer,
soy parte de ese invierno,
ese enero de silencio en el páramo,
una zona lacustre,
un vado de signos equívocos,
soy la llama y el humo,
la tela de la araña y la araña misma...
todo lo pequeño soy,
nada que valga la pena recordar.
f.
1 comentario:
Si eres nada que no valga la pena recordar....muchos....seriamos testigos de tus letras.
Gracias
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