Nunca me volvió a decir te amo,
la verdad es que entonces me dolió,
me dolió mucho, puede que por eso bebiera absenta
y pasará unas resacas que nunca olvidaré.
Cuando Supertramp sonaba con el crimen del siglo
yo solía rebuscar en mis bolsillos botones
con los que cerrar mi corazón ,
y sólo sabía besar labios de ardientes chicas
que gustaban de oírme recitar
los malos poemas que les escribía a costa de sus bocas.
Es posible que nunca saliera de aquel bar,
aún veo la sonrisa del camarero,
al fondo tú y tus ojos , y como entonces
con esa mirada que me atravesaba
y que me traía un poco de mar y un poco de muerte.
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