Este jueves cerramos el ciclo de "Este jueves poesía en la Universidad" con los poetas Miguel Ángel Yusta y Rafael Lobarte, a las 19.30 en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza con la coordinación y presentación de Ignacio Escuín.
¿Cuándo se fue la tarde?, ¿Cuándo la luz difuminada en las nubes que cubrían el horizonte dejó paso a la argolla de la sombra?. En mi memoria, tu cuerpo se desnudaba con los últimos rayos del verano, tan lentamente que el fuego tuvo una urdimbre de tiempo. La eternidad puede tener sentido y pervivencia entre los silencios de un puente, en las riberas de un bosque o en mitad de una oscura mañana de invierno. Así he respirado el aroma de las flores frescas y he visto surgir el esplendor de tu piel, sin apenas cerrar los ojos, recortada sobre la abierta ventana de la habitación del hotel. Viajo sobre los raíles de cualquier amanecer, en el vértigo de una ciudad sin nombre, en la que siempre mis recuerdos solicitan desnudarte como entonces, porque quizás ese instante tenga casi el valor de una vida.
Nunca me volvió a decir te amo,
la verdad es que entonces me dolió,
me dolió mucho, puede que por eso bebiera absenta
y pasará unas resacas que nunca olvidaré.
Cuando Supertramp sonaba con el crimen del siglo
yo solía rebuscar en mis bolsillos botones
con los que cerrar mi corazón ,
y sólo sabía besar labios de ardientes chicas
que gustaban de oírme recitar
los malos poemas que les escribía a costa de sus bocas.
Es posible que nunca saliera de aquel bar,
aún veo la sonrisa del camarero,
al fondo tú y tus ojos , y como entonces
con esa mirada que me atravesaba
y que me traía un poco de mar y un poco de muerte.