La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

Contribuyentes

domingo, 28 de octubre de 2012

Vino el cigarrillo del silencio




y es que a pesar del amor de los brazos

y de las piernas abiertas la soledad regresa

con sus dudas.




Pablo García Casado




Vino el cigarrillo del silencio,
las volutas azulaban lentamente al morir en el techo.
Te oía respirar muy bajo,
mientras a unos metros de mí
mirabas a través de la ventana.
Desnuda y con el aroma hurgado en el deseo entre tus piernas,
tu espalda tenía el brillo nacarado que deja el sudor
y las sonrosadas aspiraciones de mi boca
como huella inequívoca de nuestra noche juntos.
Trago a trago deshicimos los últimos besos,
con la pulcritud del cirujano y en mitad de aquel océano
usamos un bisturí para sajar las sombras
y nos dimos con esa victoria un último homenaje.
Espesos y un poco borrachos
nos miramos dentro para olfatear por donde nos rondaba
esa última llamada que trae el amanecer antes del diluvio.



No hay comentarios:

Programa Electroletras

Con versos en la noche

Mi lista de blogs

Seguidores

Vídeos de poesía para perdidos

Ahora en youtube

Los poemarios

Los poemarios
© (Copyright) Fernando Sarría de todos los contenidos originales de este blog, excepto cuando se señale otro autor.

Archivo del blog