Cruzan veloces las luces a lo lejos.
Es nuestra la noche, distante,
fría como un hierro,
erguida sobre un yelmo
que oscuro resplandece en el cielo.
Tantas veces presiento tus ojos,
esa mirada abierta oferente a mi voz,
esperando tendida al resto de mi cuerpo
mientras soy una isla, un pájaro, un árbol.
Oigo el murmullo,
siento en el viento la ausencia,
crecida como un río me emanas muy adentro,
siempre dispuesta a llenar mi silencio.
Es nuestra la noche, distante,
fría como un hierro,
erguida sobre un yelmo
que oscuro resplandece en el cielo.
Tantas veces presiento tus ojos,
esa mirada abierta oferente a mi voz,
esperando tendida al resto de mi cuerpo
mientras soy una isla, un pájaro, un árbol.
Oigo el murmullo,
siento en el viento la ausencia,
crecida como un río me emanas muy adentro,
siempre dispuesta a llenar mi silencio.
1 comentario:
Una bella forma de llenar silencios.
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