la agonía de una nube en su derrota de lluvia,
la caída veloz de un relámpago,
la ausencia en el cielo de pájaros…
Siento mi respiración alimentar de humedad la noche.
Veo crecer el fuego, urdir la brasa,
volver la madera a ser ceniza,
y me dejo ir en el instante fugaz en que vuela una pavesa.
Arde en mis labios un cigarrillo al consumirse y se hace humo
y me quema el calor que da una copa de aguardiente,
mientras, imperturbables y ante mis ojos, los astros,
en esta profunda oscuridad, forman el universo
y sus senderos son huellas que te hacen callar
ante esta intensa sensación de compartida soledad.
2 comentarios:
uno de tus más bellos poemas.
Siempre resulta un placer pasar por aqui a leerte.
Te dejo un deseo de felicidad para este año que comienza
el mundo sigue su callado curso
la naturaleza su camino fugaz
y con ellos
los versos de un poeta
que escucha, presiente y siente
todo su crepitar…
“intensa sensación de compartida soledad”
qué gratas son tus percepciones
qué bellas nos las haces llegar…
besos Fernando
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