A mis pasos se levantan las palomas
y baten sus alas en el cielo grisáceo del invierno.
Hay un viento que deambula triste corriendo en laberinto.
Para y en silencio ejercita un revuelo templado de hojas muertas.
Cruzo como la flecha que se clava en el corazón
en medio de una plaza deshabitada.
Caen los copos con su sabor de fuego
y se enciende el plomo en la línea del horizonte.
Tú y yo somos tan solo un sorbo más
en esta copa rota por la soledad.
y baten sus alas en el cielo grisáceo del invierno.
Hay un viento que deambula triste corriendo en laberinto.
Para y en silencio ejercita un revuelo templado de hojas muertas.
Cruzo como la flecha que se clava en el corazón
en medio de una plaza deshabitada.
Caen los copos con su sabor de fuego
y se enciende el plomo en la línea del horizonte.
Tú y yo somos tan solo un sorbo más
en esta copa rota por la soledad.
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