y bajo los cuatro pisos que me separan de la calle.
Cada peldaño es un posible adiós,
una nueva esquina donde no existes
y tu silencio es un remolino lejano de tiempo.
Te amo pero es igual que sea verdad o no.
Todo lo que esconde la calle trae las mentiras,
las tuyas, las mías, las nuestras,
envueltas en papel de celofán azulado
como el regalo perfecto que te debo por tu cumpleaños
- un viaje, un vestido, un perfume,
tal vez una opera de Verdi en el Real...-
Aunque ahora que lo pienso y aunque me duela,
lo mejor es que deje de llevarte en mi cabeza,
dando tumbos y entregada a mis flaquezas,
cuando nunca sé si mi vuelta está cercana.
F
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