Deprisa fue la ronda.
Se oyeron voces y galopar austero de caballos.
Nada tiene el valor de esta ofrenda.
Su dolor, su tristeza,
el ir por las venas
como la sangre que alimenta un corazón
y respira del océano la humedad marina.
Nada fue como entonces, es cierto,
porque quizás entonces fue un sueño.
La labor del laúd dejó su huella,
el valor estremecido de la piel,
la fusión de una quimera.
Tu boca sacia un montón de preguntas,
un viaje último y postrero a la noche,
el murmullo de olvidos que traen los barcos
y que al cruzar los puentes
o sembrar de estelas el agua,
deja en el alma unos gramos de melancolía.
Se oyeron voces y galopar austero de caballos.
Nada tiene el valor de esta ofrenda.
Su dolor, su tristeza,
el ir por las venas
como la sangre que alimenta un corazón
y respira del océano la humedad marina.
Nada fue como entonces, es cierto,
porque quizás entonces fue un sueño.
La labor del laúd dejó su huella,
el valor estremecido de la piel,
la fusión de una quimera.
Tu boca sacia un montón de preguntas,
un viaje último y postrero a la noche,
el murmullo de olvidos que traen los barcos
y que al cruzar los puentes
o sembrar de estelas el agua,
deja en el alma unos gramos de melancolía.
7 comentarios:
quizá todo fue un sueño
pero valió todo ese sueño, absolutamente
besos y buen fin de semana
Melancolico noviembre...
Melancolico noviembre...
No hay boca como su boca si sacia las preguntas.
Te adoro marinero.
M.
Que tendrá Noviembre?
Siempre me hace pensar en la película de Noviembre dulce.
Venecia un lugar de sueños y poesía.
Misk
Nunca nada ahora como entonces cuando el entonces es sueño y el ahora tristeza.
Triste Venecia.
Un abrazo.
Perdona las repeticiones. Es verdad que noviembre se presenta melancólico... pero no tanto como para insistir en el adjetivo. Esto es lo que tienen las nuevas tecnologías. Accedes desde los dispositivos móviles y los dedos tienen efecto multiplicador. Besos.
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