Los besos en Venecia tienen el valor del tiempo.
Son del fuego, de ese aceite que deja la pasión,
que enarbola un misterio de miradas
y palabras grabadas en la piel del amante.
Los besos en Venecia poseen labores de bálsamo,
vale recordarlos, asentarlos en la memoria,
y apresar entre los canales los labios del amado,
sustrayendo cada uno de esos instantes para enmarcar
un siempre tendremos algo por lo que no olvidarnos.
Son del fuego, de ese aceite que deja la pasión,
que enarbola un misterio de miradas
y palabras grabadas en la piel del amante.
Los besos en Venecia poseen labores de bálsamo,
vale recordarlos, asentarlos en la memoria,
y apresar entre los canales los labios del amado,
sustrayendo cada uno de esos instantes para enmarcar
un siempre tendremos algo por lo que no olvidarnos.
6 comentarios:
Que razón...
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Noticias
No he probado los besos en Venecia, deben saber de maravilla, pero por el momento me conformo con los besos gaditanos.
que ganas de ir y dejarse llevar...pero la realidad dice otra cosa:(
besos desde este lado del mapa:))
si tu lo dices es porque será así... ya te lo confirmaré si voy algún día....
un abrazo amigo.
Es ese justamente el valor del tiempo:
guardar un siempre como marco perenne de un motivo para no olvidar.
Abrazos.
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