Y aunque yo vea gatos adormecidos en las plazas,
escuche en el agua el rumor de la marea
y sienta galopar caballos blancos
entre las olas del Gran Canal…
algo de este sueño
tendrá un valor semejante a la lluvia,
cuando entre estas piedras
todavía quedan viejos enigmas
y crece en el interior de cada uno de nosotros
la melancolía que deja el abandono nocturno de un amante.
escuche en el agua el rumor de la marea
y sienta galopar caballos blancos
entre las olas del Gran Canal…
algo de este sueño
tendrá un valor semejante a la lluvia,
cuando entre estas piedras
todavía quedan viejos enigmas
y crece en el interior de cada uno de nosotros
la melancolía que deja el abandono nocturno de un amante.
6 comentarios:
Y dale con Venecia..., la envidia me corroe.
Enigmas, melancolía, lluvia, abandono, amor..., perfectos ingredientes para un bello poema.
Qué recuerdos de la Cinquetti, yo ya tengo edad... jajaja, y me sobra.
Un beso.
La soledad del amante, a eso me ha llevado tu Venecia.
Misk
Bonito poema
Venecia siempre te inspira y te hace soñar.
Besos
Esos enigmas en Venecia se hacen eternamente jóvenes.
¡Buen viaje en góndola!
Un abrazo.
No hay melancolía peor, poeta.
Nadie puede dejarse entre góndolas y juegos de máscaras.
Te abrazo fuerte en el Ponte dei Sospiri .
M.
La lluvia es el velo tras el que vemos los sueños.
A su través medran los melancólicos enigmas de abandonos nocturnos.
Venecia propicia esos sentimientos y esas sensaciones.
Abrazos.
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