Yo jugaba con la noche y era tu cuerpo un tapiz estremecido al viento. El alcohol, el humo, la música, los ases se escondían en mis dedos... Tréboles, diamantes, picas, corazones, conocer la baraja y las sendas que en tu piel dejaba el tiempo, las horas que traerían el amanecer.
4 comentarios:
Juegos que son mucho más que juegos.
Quizás porque hagan mayor nuestro conocimiento.
Un abrazo.
Un poema muy intenso. A veces sería bueno que el amanecer se perdiera en el tiempo y no llegara.
Me ha gustado.
Un saludo cariñoso.
bela jogada!
sorte sempre!
Abraço das conchas.
Un bonito juego de sensaciones.
Ese amanecer no debería llegar nunca
Saluditos
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