Horado el tiempo y mi dedo es una llama.
Vuelo en el viento sin esperanza,
tengo una maleta llena de periódicos atrasados,
una muda, dos camisas, un jersey azul
y el valor que da un billete de tren a Europa.
Tú eres el camino,
la sospecha que en tus ojos encamina mis días.
Sombra y luz, sostienes con tus manos mi debilidad,
cada palabra teñida en las veredas de la noche,
la sensación impensable de que siempre partimos,
que hay dos segundos de silencio antes de despedirnos,
aunque el beso que me das tenga tantas raíces
como todo el tiempo que llevamos juntos.
Vuelo en el viento sin esperanza,
tengo una maleta llena de periódicos atrasados,
una muda, dos camisas, un jersey azul
y el valor que da un billete de tren a Europa.
Tú eres el camino,
la sospecha que en tus ojos encamina mis días.
Sombra y luz, sostienes con tus manos mi debilidad,
cada palabra teñida en las veredas de la noche,
la sensación impensable de que siempre partimos,
que hay dos segundos de silencio antes de despedirnos,
aunque el beso que me das tenga tantas raíces
como todo el tiempo que llevamos juntos.
Gracias a Lamima, me ha dado el pie.
5 comentarios:
tiempo horadado y entrelazado de raíces de tiempo...
así, nunca pueden huir las horas, ni alargarse los espacios... porque siempre perdura el tiempo sin-tiempo de un beso
besos
Querido mío...:)
Has descrito bien el tránsito de la película...la necesidad de amar..
Besos.
Ese beso tiene vida compartida, palabras y noches, miradas que hablan...
Me encantó.
Un saludo
Los caminos de los blogs son inescrutables...
Estoy a punto de coger dos trenes: uno físico, es cierto. Y otro filosófico. Uno sé dónde acaba y cuándo me trae de regreso a casa. El otro..... el tiempo lo dirá. Es imposible anticipar los secretos que esconden los viajes.
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