No podía estar más de acuerdo con Kafka. Siempre temí llegar a ese punto, y sin embargo lo alcancé sin buscarlo. Siempre temí el no retorno a todo cuanto tuve, sin darme cuenta que cada segundo pasa sin retorno. Ya, ya sé que Kafka va más allá de ese segundo, y ese es el verdaderamente importante no sé si para bien o para mal. Y es que a mi, me gusta retornar. Me gustan los trenes de ida y vuelta. Bueno, ya me liaste. Besos.
5 comentarios:
No podía estar más de acuerdo con Kafka. Siempre temí llegar a ese punto, y sin embargo lo alcancé sin buscarlo. Siempre temí el no retorno a todo cuanto tuve, sin darme cuenta que cada segundo pasa sin retorno. Ya, ya sé que Kafka va más allá de ese segundo, y ese es el verdaderamente importante no sé si para bien o para mal. Y es que a mi, me gusta retornar. Me gustan los trenes de ida y vuelta. Bueno, ya me liaste.
Besos.
A veces es un placer quedarse enredado sin boleto de retorno.
¿No es cierto?
Abrazo.
M.
Excelente punto kafkiano: es el lugar donde habita la serenidad del olvido, la felicidad del encuentro.
Un abrazo.
Seré positiva, se alcanzó el paraíso. Pero para ser realista, creo que no van por ahí los tiros.
Un beso, Fernando.
¿Para seguir adelante entonces?
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