Subo peldaño a peldaño por tu cuerpo
como las viejas escaleras de Montmartre.
Temo la urgencia de ti,
el ansia calcinada esclava de mi boca,
traída y llevada tantas veces
en el silencio orgánico de la noche.
Temo a tu piel, rémora de mis dedos,
su eco lejano, el fragante aroma que me ata.
Temo a tus manos eligiéndome, impacientes,
alzándome con las alas ciegas de un deseo loco,
aferrándome en un ir y venir desde tus pies
a la urdimbre húmeda de tu sexo;
llegando desde tu vientre a tus senos,
sonrosados, hambrientos y sedosos.
Temo andar por tu cuello, morder tu nuca,
sentir tu lengua devoradora,
experta, silenciosa,
hirviendo en un combate sin tiempo con la mía.
Temo el final, el armisticio,
el que me hace, bajando por tu espalda,
revindicar mi derrota.
Sudoroso, todavía usando mi lengua
para humedecer la senda de tus vértebras,
llego a escuchar el ronroneo
que emites en mitad del alba
cuando exhausto, naufrago en tu gozo.
como las viejas escaleras de Montmartre.
Temo la urgencia de ti,
el ansia calcinada esclava de mi boca,
traída y llevada tantas veces
en el silencio orgánico de la noche.
Temo a tu piel, rémora de mis dedos,
su eco lejano, el fragante aroma que me ata.
Temo a tus manos eligiéndome, impacientes,
alzándome con las alas ciegas de un deseo loco,
aferrándome en un ir y venir desde tus pies
a la urdimbre húmeda de tu sexo;
llegando desde tu vientre a tus senos,
sonrosados, hambrientos y sedosos.
Temo andar por tu cuello, morder tu nuca,
sentir tu lengua devoradora,
experta, silenciosa,
hirviendo en un combate sin tiempo con la mía.
Temo el final, el armisticio,
el que me hace, bajando por tu espalda,
revindicar mi derrota.
Sudoroso, todavía usando mi lengua
para humedecer la senda de tus vértebras,
llego a escuchar el ronroneo
que emites en mitad del alba
cuando exhausto, naufrago en tu gozo.
10 comentarios:
en la lentitud constante de la subida
se alcanza la esperada cima
besos
subir... bajar... lo importante, llegar.
Hermoso Poema, muy hermoso.
besos, f..
Bueno, bueno...me lo tomo como un regalo que me viene muy bien para estos días. Me voy el día 28 a subir por esas escaleras que, si no estoy equivocado, llevan hasta Sacre Coeur.
bingo!!!...Marcos...a ver si te acuerdas de los peomas de París allí...abrazos.
Precioso, precioso, no puede ser más sugerente, in crescendo..., como esas escaleras que suben al Sacre Coeur, más ardiente que el fuego, y esa melodía..., un bonito momento para una noche cerrada.
Besos, Fernando.
Después de tus versos, de la imagen de Brassaï mis latidos se van con el viento.
Te abrazo.
M.
Nueva entrada http://iiiencuentropoesiaenred.blogspot.com/
Me ha emocionado este poema.
Es mágico.
Hay peldaños que no cansan y naufragios que vale la pena vivir
París... uhmmm, me apasiona
Un beso
Es hermosísimo, Fernando.
Hace tiempo que te leo y me encanta tu café de París, cada una de tus entradas y esta, sin duda alguna, es un poema sublime.
Un abrazo y felices días de descanso, sí es que los tienes :)
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