Álgida, profanada,
revuelta en el caos de mi sed,
mutilada cuando callas,
precisa cuando me absorbes,
me dilatas o me deshaces.
Húmeda, henchida en tu placer,
reconozco tus pezones rosados en la oscuridad,
son puñales acerados en mi piel,
tu boca que silaba a silaba me da su fe,
el bautismo cálido de tu saliva,
la ondeada bandera de tu dicha,
irrumpiendo salvaje y dulce,
caliente entre las hordas de la noche.
Hembra delatora de mi crueldad,
techo probable de todos los deseos,
corroes cuando quemas,
lumbre, brasa, humo,
sabia y pretérita,
holgazana y laboriosa
según mis dedos reconozcan el enclave,
el muelle, el incendio que se crea en tu cuerpo
cuando abierto a mí eriza las horas
y mantiene febril el palpito,
la respiración,
la ausencia del mundo
habitado solo por ti y mi deseo.
4 comentarios:
Debe de ser ese mundo inmensamente pleno en el que sólo habitamos dos unidos por un deseo infinito e inagotable.
Un abrazo.
"Hembra delatadora..".. y digo en defensa.. solo somos, y ensegnamos a ser ; )
Ufff Fernando tremenda composicion y peli.
Con tu permiso.. me dejo llevar por tanta inspiracion y he posteado en mi blog.
Puedes borrar esta entrada, y disculpa el atrevimiento.. pero no pude contenerme... ni dejar de recordar.
Arya
Ya sabes que a mí esto me mola mucho.
Abrazos.
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