Nada tengo hoy que no sepa a la noche.
Réstame de este abrazo tuyo la última mentira,
dame de tus labios la pregunta acusadora,
el beso con que me has de humillar,
el lado donde se quiebra cada atardecer,
la umbría del anhelo…
casi toda mi desnudez se haya ante tus ojos
y sólo tengo estos harapos viejos
hechos de palabras
con que cubro el día a día.
Réstame de este abrazo tuyo la última mentira,
dame de tus labios la pregunta acusadora,
el beso con que me has de humillar,
el lado donde se quiebra cada atardecer,
la umbría del anhelo…
casi toda mi desnudez se haya ante tus ojos
y sólo tengo estos harapos viejos
hechos de palabras
con que cubro el día a día.
F
7 comentarios:
Que fuerte, dramatico, dulce y sincero... (Hay que recordar, que despues de un dia.. siempre hay otro..)
Mi abrazo.
Baste pues tan delicado e intenso sabor nocturno.
Un abrazo.
Precioso. Al final siempre nos quedará la noche, amiga inseparable, solitaria, despiadada pero sincera.
Besar a alguien siempre es un buen ejercicio. Después de un beso siempre tienes algo más que palabras, que ya no eran poca cosa
Déjame pensar Fernando. Porque la poesía tiene el don del camuflaje y sabe adaptarse perfectamente a la piel de quien lo lee. Da igual quien sea. Y ese beso de la noche, ese beso que parece ser de humillación, tal vez sea ese último beso antes de que amanezca.
Un abrazo.
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