La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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lunes, 7 de septiembre de 2009

LA TRISTEZA






Lo peor era la tristeza,
la tristeza sin fin,
la tristeza,
que lo invadía todo,
que lo corrompía todo,
que calaba hasta el tuétano del alma,
allí donde se esconden
los sueños más oscuros.
Juguetes de madera,
caramelos que se pegaban a la lengua,
coches de gasógeno sucios, solitarios,
en las avenidas grises,
como viejos dinosaurios oxidados
que no iban a parte alguna.
La gran avenida donde abría sus puertas
el cine de los deseos imposibles,
las caricias llegadas de países tan lejanos
como el viento de los plátanos.
Y la tristeza,
la tristeza sin fin,
la tristeza
en mis ojos de niño asombrado,
en mis días teñidos de nostalgia,
con la melancolía del que aún no ha vivido.
La tristeza pudriéndome el alma,
oscuridad de siglos, seres crucificados,
desnudos, torturados,
sangre derramada, palabras atroces,
miedos, diarreas,
frases sólo pronunciadas
para asustar a un niño.
Sopa de fideos rancios,
sotanas ajadas,
sudor de axilas carcomidas por el desamor,
la soledad, el odio, la rutina,
cárcel de las ideas muertas.
Y la tristeza,
la tristeza sin fin,
la tristeza
en cada rincón del patio,
bajo las nubes grises,
en el barniz barato de las mesas de pino,
en los tinteros rebosantes de nuestra propia sangre,
encerrada en los sabañones
de fríos inviernos de cal y bruma,
en las farolas de gas
prendidas al atardecer por siniestros vampiros alados.
Me despertaba en el corazón de la noche
atenazado por la angustia.
Llamaba a gritos a mi madre, pero ella nada podía hacer.
También pertenecía a la tristeza,
la servía con el torpe fanatismo de los inocentes.
La tristeza,
la tristeza sin fin,
la tristeza.
Moríamos de tristeza sin saberlo
en las heladas calles batidas por la lluvia.





Ricardo Vázquez-Prada



F



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que esto es miedo, no tristeza

ybris dijo...

Bello. terrible y certero.
Y encima no poder recurrir más que quienes ya están en la tristeza...

Abrazos.

Lamia dijo...

la tristeza parece que no es patrimonio de los adultos.

Merce dijo...

Bello y triste poema. Aunque muchas veces alguien se acostumbra a algo y se apega a ello guardándoselo para siempre. La tristeza, como todo en la vida, también fluye y pasa
Muchos besos y te leo de nuevo

Doberka dijo...

Grandes tristezas para pequeños corazones que despiertan en un mundo en el que, muy a menudo, la sinrazón se dibuja en blanco y negro cubriéndose todo, como las calles en los días de lluvia...
Solemne Poema, Ricardo. Interesantes recuerdos...

Besos

Laura Gómez Recas dijo...

Si alguien no sabe lo que es la tristeza, que lea este poema.

Se te va clavando verso a verso, te inunda y cada imagen es un paso hacia dentro.

Empecé con cautela y terminé cautivada.

Un abrazo,
Laura

irene dijo...

Muy cierto, lo peor es la tristeza, aunque en este poema llegue a ser bella.
Besos para los dos.

Mítica dijo...

Tristeza, nostalgia, evocación, recuerdos... vivimos de ellos y forman parte de nuestro ser.
besos

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Aquellos años han marcado definitivamente nuestras vidas. Ricardo Vázquez-Prada lo expresa magistralmente en este poema de recuerdos y tristeza, palabra con la que golpea nuestras conciencias para que, hoy, también quienes no vivieron la posguerra perciban el sufrimiento de millones de personas atrapadas en la miseria fisica y moral. Vigilemos para que no se repitan los días de la bruma...Un abrazo

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