Los puentes de París
unen más que otros puentes,
abrazan las orillas
y cuando cruzas el Sena
te dejan el aliento impregnado como un beso,
te abraza el tiempo,
y la voz en off de todas las películas
que hemos visto de la Nouvelle Vague,
la intensidad de una mirada que te desnuda en un instante
o una conversación robada al azar
que te llega tan cerca que te estremece.
unen más que otros puentes,
abrazan las orillas
y cuando cruzas el Sena
te dejan el aliento impregnado como un beso,
te abraza el tiempo,
y la voz en off de todas las películas
que hemos visto de la Nouvelle Vague,
la intensidad de una mirada que te desnuda en un instante
o una conversación robada al azar
que te llega tan cerca que te estremece.
3 comentarios:
A mi me estremecen sus versos parisinos. Preciosos. Parece que escucho d fondo la banda sonora de "Charada" con esa música de Henry Mancini.
Siempre ese pecado capital,
el deseo de no querer volver a viajar sola,
y el Sena en la imaginación.
Me estoy perdiendo mucho por no perderme nada.
Un (b)eso
como me gustan estos cafe parís...
beso
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