Ha de ser este mes de la ceniza un cuenco de leche tibia donde como un gato cuidado por una mano amiga recorra el trecho de los días…unos más y maullaré tranquilo envuelto en el sueño oscuro y frío del otoño.
Este empiece podría traer una sonrisa, pocas me quedan de verdad, pero aún así y sin más dolor que el que me hace sentir tantas pequeñas mentiras y traiciones y que son consuetudinarias de la vida social, puedo decir que estoy tranquilo…debería deshacerme más…coger la piel y embadurnarla con las cenizas de las cosas muertas o apenas recicladas, con todas las que me siguen doliendo como un fuego, con todas las verdades que me oculto e incluso con la posibilidad de los sueños rotos.
No he de ser distinto a los otros, cada vez más grises, más pequeños, más aburridos…como si todo fuera tan peculiarmente insípido y anodino que ni las banderas tuvieran algo con lo que estremecerse…es noviembre…y cada vez me dan más arcadas.
Este empiece podría traer una sonrisa, pocas me quedan de verdad, pero aún así y sin más dolor que el que me hace sentir tantas pequeñas mentiras y traiciones y que son consuetudinarias de la vida social, puedo decir que estoy tranquilo…debería deshacerme más…coger la piel y embadurnarla con las cenizas de las cosas muertas o apenas recicladas, con todas las que me siguen doliendo como un fuego, con todas las verdades que me oculto e incluso con la posibilidad de los sueños rotos.
No he de ser distinto a los otros, cada vez más grises, más pequeños, más aburridos…como si todo fuera tan peculiarmente insípido y anodino que ni las banderas tuvieran algo con lo que estremecerse…es noviembre…y cada vez me dan más arcadas.
17 comentarios:
No te puedo consolar amigo
Comparto,y noviembre me es
fatal,fatal
Besos
:-)
Un besito, minino!
Mira Fernando, ya no sé qué decirte, es tan bello esto que escribes..., pero ¿por qué tiene que ser tan puñeteramente triste?
Vomita todo ese veneno que te producen esas arcadas, inténtalo, haz un esfuerzo.
Un abrazo cálido, aunque sea de otoño.
Tú, que sabes convertir en versos las arcadas,
ya tienes más que Ares y que Hefesto.
Esos sí que tenían cenizas de cosas muertas para dar y regalar.
Un (b)eso
En noviembre morimos un poco...pero seguro que acaba antes de que muramos del todo y, entonces, resurgiremos con la fuerza de la palabra y caminaremos de nuevo erguidos...
Abrazos.
Acabo
Te había escrito un comentario y no se el motivo por el cual solo aparece una palabra. Por ello lo repito.
Acabo de descubrirte buscando en google imágenes orientales y de lluvia... ya ves...
La vida me ha demostrado que estos encuentros casuales suelen resultar muy satisfactorios y desde luego por lo que he podido leer, creo que lo será.
He de decir que me gusta lo que escribes, tras bucear un poco por los diversos blogs que manejas.
Un placer este descubrimiento absolutamente casual.
Un saludo desde el Mundo de los Sueños, que en mi caso radica en Bilbo.
A ver si este cielo encapotado nos da una tregua y asoma algún rayo de sol, porque parece que los poetas ultimamente, si bien andan inspirados, parecen inmersos en la tristeza...
Un besico!
Intenta, por favor, a modo de antiemético, pensar que este noviembre frío y de días que encogen es diferente en la otra parte mundo, donde es primavera y crecen la luz y el calor.
Cuestión de hemisferios, al fin y al cabo.
Y cuestión de ciclos, que la mujeres sabemos mucho de ésto.
Un beso (del mes que más te guste, que cualquiera te lo envía de noviembre; ¿no te gustan las castañas?).
¿Y el "marron glacé"? (ya que te pierde París, ¿ó te pierdes en Paris?)
Bueno, no me gusta este mes tampoco. No me gusta el frío ni los días tan cortos. No me gustan las largas noches y menos cuando estas se inundan de recuerdos que tienen espacio para recrearse y retozar en las heridas. Pero todo pasa y el tiempo cura. Solo hemos de tomarlo con calma, aceptar lo que es y no luchar contra ello.
Un cálido abrazo
Más que meses así, hay momentos así.
Duelen las traiciones, duele el aire que no se mueve, duele la muerte agazapada bajo las hojas caídas.
En el fondo lo que duele es el sentimiento de dolor que se infiltra como niebla sin llamarlo.
Habrá que esperar otros días para maullar tranquilos.
Ya sabes que a mí el otoño de noviembre me llena de amarillos muy acogedores.
Te prestaré un poco de esa plenitud decantada de otros posos.
Un abrazo enorme, amigo.
Ibris, tu comentaro es un hermoso poema....Un abrazo.
Podràn esas mentiras morir en noviembre, para que la verdad tenga màs luz en diciembre? Eso espero. Abrazos.
Pasa también, ya lo sabes
Ya queda menos, Fer. Diciembre está a la vuelta de la esquina. Eso espero...
Ya queda menos, Fer. Diciembre está a la vuelta de la esquina. Eso espero...
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