Sé de los paisajes que alumbran las palabras,
algunas veces tienen el cuerpo frío de los viajes en invierno.
Cada vez que quemo mi osadía
hay un témpano en el incendio,
la derrota del héroe siempre es dulce.
Un lobo viene del norte,
es negro y sus colmillos enrojecen la noche,
cuando me mira recuerdo al niño que me habita,
es tarde pero envejezco en las grietas de su silencio,
tiene la mirada del hombre que todavía espero.
Se lleva las gotas de agua y enrojece el campo,
es posible buscarlo en los arroyos,
dragones y tritones que se escapan de mi cuarto,
pero en la piel de quien amo
es el fuego de una cadena
que estremece su alma.
F
BONJOUR, TRISTESSE... II
Hace 1 día
6 comentarios:
¡Qué maravilla!
"es tarde pero envejezco en las grietas de su silencio,
tiene la mirada del hombre que todavía espero"
Siempre la eterna espera
de llegar a ser
quizás, ya nos muramos siendo
aunque nunca lo sabremos.
Un abrazo
Ese saber que lleva a describir en versos la esencia de la vida. Abrazos.
Y tus palabras alumbran paisajes, Fernando. Extraordinario poema.
Besos
Me tienes aquí... (pequeña) como cada día, leyendo tu descripción de lo impalpable.
Debe sentirse afortunada esa persona que siente a través de ti la dulce derrota que le propina la brasa de esa cadena que le estremece, seguro, algo más que el alma.
Besos.
...sé que sabes de muchas cosas
...sé que sabes de ella,
...y lo que sabes lo sabes muy bien
me gusta...
que la derrota del héroe siempre sea dulce
un montón de abrazos
Precioso poema. Saber y seguir esperando al que no llega, por ahí vamos pero es bueno saberlo.
Un abrazo
Alba
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