¿Cuánto ha de pesar la desolación en la mirada de un hombre?
Erguida soledad,
amplia avenida de grises y sombras,
viento de la turbulenta noche,
voces sin eco,
un lamento y otro,
un farol rojo de exterminio,
las huellas que no borra una caricia,
el fuego del dolor,
la ausencia y su hedor de salmuera,
las pérdidas como migajas de lo nocturno,
el vértigo del despertar con sueño,
la niebla que me acompaña,
esa ira de sangre en los nudillos,
las uñas rotas,
los puños cerrados,
la mano que cubre la luz cegadora de la mañana,
el silencio de las siete,
la mantequilla fría,
el pan tostado y seco,
un callado café hirviendo,
el sabor del Bourbon a lo largo del mediodía,
el regusto amargo de una boca pagada en metálico,
la extenuación de las flores marchitas,
el jardín solitario,
esa senda que no conduce a nada,
un perro que te olisquea en un banco,
esa mujer extraña que te hace una mueca,
este frío en el gabán y el sudor interior y vacío…
y mis párpados como lágrimas secas
pesando toda la herrumbre que me viene encima.
F
11 comentarios:
Podrás con ella.
Besos.
¡Cuánta desolación! quizá pueda apagarse con una sonrisa, quizá pueda fundirse con un abrazo.
Te mando mi sonrisa y mi abrazo.
Besos mi amigo.
La soledad amamanta los sueños...
La soledad, que cosa triste... de sólo pensarla, duele.
¡Cuánta desolación!
Pero, a veces, es real como la vida misma.
La ilustración es perfecta, se ve la soledad absoluta, ni la sombra se proyecta en el agua.
Un abrazo
Mira que para pesarla no hay balanza aún y si la inventas, por lo menos un premio Eureka te llevas...
Ahora, con una ida al mercado, otra a la lavanderia, otra a un vivero y con abrir las ventanas de par en par... te aseguro que pesa menos, mucho menos!!!
;)
Besos y espero que tengas un buen domingo.
Alejar la niebla con palabras es la mejor forma de salir vencedor.
Preciso texto.
Kisses,
M
Qué malo es el otoño, Fer. Pero ya queda menos... Un beso.
Es tremendo, Fernando. Quizá sea apreciación mía, pero últimamente tus poemas me resultan más..., no sé. Pero me llegan más todavía.
Abrazos.
Mucho, Fernando, la desolación es una manta mojada, por tanto, difícil de escurrir... y secar. Mañana será otro día, digo.
Besos
Tus palabras me llegan.
Un abrazo
Alba
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