Habito un quehacer nocturno.
De nuevo los cuencos del deseo me han traído la sed.
Un incendio donde derramarme.
Casi todas las palabras evaporan su humedad en la piel.
El silencio es un murmullo que reconoce el sendero.
Hay demasiadas voces en tu cuerpo pero a todas acudo.
Sírveme despacio, sin pausa devora las horas,
el instante es fugaz luz de astro agonizando,
pero para los dos es la eternidad donde respiramos.
F
14 comentarios:
Una vez más habla el deseo entre tus versos. Gozando sin prisas; dejando que el silencio diga todo lo demás. Sobran las palabras cuando hablan dos cuerpos entregados y el tiempo no existe. Sólo la eternidad se adueña del momento. Y nos hace eternos.
Un abrazo de Mos desde la ESFERA.
acudir a todas las voces, conjugarse.
cuando logramos esta intimidad, conjugación debemos deterner el tiempo interno y además grabar el instante en algún espaciao que la haga respirable
abrazos
De quehaceres nocturnos sabemos un rato los que curramos de noche.
Prefiero los que apuntas en tu poema.
Derramarse en luz, en fuego, en cuerpo y piel, en sudor. Beberse despacio y reirse de la madrugada.
pd.- De fondo, Goñi&Bunbury, alumbrando por encima de la tempestad.
bss nocturnos
Sugerente poema (y foto) para un lunes por la mañana...
Abrazos
Cuanto más despacio se sirva, mejor resulta, la humedad de la piel unidos al calor del deseo hacen una mezcla explosiva y muy tentadora...
Gracias de corazón por las felicitaciones que has dejado en mi orilla..
Besos sin pausa, pero sin prisas..
mmm "a fuego lento", convirtiendo el silencio en sabio murmullo...
¡un abrazo!
Después de estos versos... sólo queda brindar, no?
Un beso, Fernando.
Me gustaría escuchar esas muchas voces de un cuerpo. Hermosísimo. Besos, querido amigo.
Esclava de tus palabras, de tus nuevas, de tus pensamientos...
Así me has convertido.
Respiras un eterno deseo...
Besitos
Fatigosos quehaceres nocturnos.
Cómo se disfrutan.
Un abrazo.
Ha sido hermoso..."el instante es fugaz luz de astro agonizando,
pero para los dos es la eternidad donde respiramos"
Un abrazo.
Que hable el deseo y que sea largo el discurso.
Muy bello.
M
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