Existe un océano en la noche.
Un desierto de huellas imprecisas.
Un viento de arenas y de gotas azules.
Existe un tiempo de sangre formando las paredes del miedo,
el surgir de lunas blancas como sábanas donde cubrirse los amantes.
Ellos saben del sabor de las lenguas,
la saliva que siempre derrama el estupor del encuentro,
lo incontrolado arreciando en la lluvia.
Existe un tesoro de ámbar,
un rincón de piel donde fundirse,
sabios y desnudos nada detiene el deseo de dos cuerpos.
Se abrirá la mañana,
tocarán todas las campanas
el recio sonido de arrebato,
ellos, dormidos en la cama del sueño,
agotados por la vigilia,
seguirán naufragando,
rodeados por la fragancia que nunca cansa al corazón.
F
5 comentarios:
Que elegante forma de poetizar lo ilimitado que puede ser la noche de los amantes, donde todo parece perder su horizonte y carecer de fin, donde todo puede vivirse, todo puede hallarse, donde todo puede sentirse… y ni tan siquiera la mañana interrumpirá ese encuentro nocturno. Agotados y dormidos, la fragancia les aroma.
Me repito: elegante forma de expresarlo.
Un abrazo amigo.
Maravillosa forma de navegarse hasta el desvanecimiento.
Un gusto conocerte y recorrer tu blog.
Saludos!
Bello Fer..me has dejado sin palabras..
un beso dulce e inocente...
En el amor, todo está permitido. Pero expresarlo bellamente es patrimonio de unos pocos.Felicidades por estar en ese pequeño y selecto grupo. Un abrazo enorme.
Frangancia de deseo que me lleva a tí..
Excelente foto...
Besos poeta
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