Tú, cuya presencia conforma todos los crepúsculos.
Tú, cuya fuerza hace mortífero todo golpe de gracia.
Tú, que alimentas las tragedias y tempestades.
Tú que eres el Emperador de la oscuridad,
Rey de los lobos que aúllan,
Señor de las Bestias nocturnas,
Y portador de las tinieblas infinitas,
Dime señor, conságrame de Tu secreto,
Y cada vez que Desees, sangraré por Ti.
Cada vez que Desees invocaré tu oscura Palabra,
Forjando tus sombrías palabras, descubriéndolas mías.
Señor, yo a Ti te serviré, a Ti que por siempre prevalecerás.
A ti y sólo a ti con FE ciega te seguiré por siempre jamás.
Anbel Aza
F
5 comentarios:
una invocacion.. un ritual ... un secreto ;) un texto oscuro para una cultura politeista . me atrae lo oculto. besitos prohibidos para ti
Una invocación que presume mucha fe. Abrazos.
�Existe alguien tan sabio como para aprender a trav�s de la experiencia de los dem�s? ..... invocar??, Fe??, seguir??, Al final, es importante recordar que no podemos convertirnos en lo que necesitamos ser si seguimos siendo lo que somos.
Terrible.
Hay veces que uno acaba por creer que los poderes oscuros prevalecerán.
Esperemos otra opción menos sombría.
Pero el poema es grandioso.
Abrazos.
Gran poema, Ana, aunque terribles y oscuras palabras son las que contiene este poema. Si querías ponernos los pelos de punta: conmigo lo has conseguido, por eso repito: gran poema.
Besos
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