La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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sábado, 30 de agosto de 2008

"La felicidad" Pablo Milanés con Chucho Valdés en la Habana









De vez en cuando oigo hablar de la felicidad y de los efectos que el sentirla o no produce en el ser humano. Me gustaría poder entender que es la felicidad para los demás porque a veces me parece hablar distintos idiomas. Para mí sería estar dispuesto a viajar por la vida en busca de ella y su fugacidad….lo de en busca del tiempo perdido de Proust en “Por el camino de Swan”.
Todos tenemos miedo a la soledad, las ausencias, el desamor, el dolor físico, las carencias afectivas, cada uno le podemos llamar o poner el énfasis en lo que nos haga sentirnos peor, contra esto siempre aplicamos el antídoto de la felicidad, esos momentos en que apenas nos cabe más alegría en el cuerpo, estamos en una especie de pequeño nirvana o en el siempre bien llamado séptimo cielo.
Yo como todos puedo sentir estos momentos pero mi reflejo de ellos es a posteriorí cuando ha pasado y de la luz reparadora me acerco a la sombra absoluta…ese desazón en que las pérdidas nos hunden en el abismo, entonces sé lo que es la felicidad, lo que ya no tengo, lo que ya perdí, lo que nunca debí dejar marchar, lo que se esfumó sin remedio.
Existe otros instantes en que quizás la felicidad sea un aroma sutil y diáfano aunque la soledad lo enmarque y el silencio apurado por el tiempo se deje llevar entre mis manos…momentos de lectura, música, mirar el exterior…el mar, un río, el arte, los bosques, un cuerpo de mujer…algo que es sólo mío y que en cada uno de nosotros puede causar distintas sensaciones, no siempre las mismas, creo, porque si no estarían abarrotadas mis pequeñas costuras de la luz.
Hay un término que me parece manido, el de la soledad. No es que no exista, es y será siempre parte de nuestra vida. Pero debo decir que hay dos soledades, la física, la que debemos combatir con la presencia de otros que nos complementen, nos apoyen, nos hagan compañía o nos hagan gozar...y la interior…ese río indiscutible en el cual nos debemos bañar todos los días y comprender que nunca nos abandonará por muchas voces que nos acompañen….empezar a discernir entre las dos es poner un poco de abono para que los pequeños fogonazos de felicidad sean más duraderos, más placenteros, más gozosos.


9 comentarios:

carlota dijo...

Yo no lo hubiera explicado mejor.
Intentemos, pues, discernir y llenar intensamente de sentido esos pequeños momentos.
Me voy de finde relajado.
Un beso muy fuerte

Minerva dijo...

Yo también necesito la soledad, para conseguir oir mi propia voz sin utilizar el oído.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Muy cierto, pero.....

Tris dijo...

Jajaja, si es que soy feliz ahora, en éste instante, sabiendo que alguien al otro lado de la pantalla reflexiona… y encima es un hombre. ;)
Jajaja perdón es broma.

La felicidad es una de las palabras que se utilizan con demasiada facilidad, en este caso siempre nos referimos a ella cuando la vida nos lleva por caminos sin asfalto. Para mi la felicidad son instantes vividos, esos en los que quizás el ayer sea culpable, pues el ayer jamás vuelve al presente. Cuando a veces me preguntan si soy feliz, me cuesta un esfuerzo atroz para buscar las palabras correctas y no parecer una respuesta típica y tópica. Un ejemplo de felicidad, ummm, a sí, un finfe, en zeta, en la campana de los perdidos…
En cuanto a la soledad, la verdad a mi me encanta, me gusta vivir con ella, pero No de ella.

Besos felices, y con una chispa de soledad.

MIZPAH dijo...

Cuando has llegado a la conclusión de qué es para ti la felicidad al verlo en retrospectiva desde la más absoluta tristeza, te obligas a ti mismo a disfrutar de ella en la próxima ocasión. Es cierto que a veces estamos demasiado ocupados en pensar si estamos siendo felices cuando realmente lo somos, pero... si has sentido la falta de felicidad en un momento de tu vida, cuando vuelves a sentir la ausencia de miedos, la plenitud total, la sensación de estar vivo..., captas cada segundo de ese sentimiento para poder transformarlo en recuerdos que, aunque no quieras, te harán saber en un futuro que vuelves a carecer de eso.
Disfruta de tu silencio.

Rara Avis dijo...

La soledad tiene muchas definiciones o la vemos de distinta manera según que cosas sintamos a nuestro alrededor, ahora mismo, en mi vida no deseo otra cosa que soledad y sin embargo no la tengo...

la deseo, que llegue y me envuelva...

besitos poeta....

Anónimo dijo...

En esa pérdida naufrago a finales de agosto, no hay consuelo para eso...sólo hay nostalgia en los días menguantes y el marcesible color en la piel.

Sofía B. dijo...

En lugar de buscarla a veces hay que dejar que te encuentre y aprender a reconocerla, claro.

Doberka dijo...

Uff!!! Fernando, que profundos estamos no?. Bueno, para mi la felicidad es lo más inconsistente que conozco, cuando crees que la tienes, se escapa entre los dedos y desaparece. Es difícil de sujetar. A veces pienso que es una utopía. Un motor que nos llena de ilusión para ayudarnos a seguir viviendo otros momentos más duros. Quizás sólo existan minutos, horas, días felices, y por eso, hay que disfrutarlos por muy cortos que sean, con una plenitud inconmensurable, como si fueran los últimos instantes felices de los que poder gozar. La soledad es como la personalidad cada cual tiene la suya propia y la comparte, a veces, con los demás. No es mala ni buena. Todo depende del momento y la circunstancia.

Besos

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