La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco

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lunes, 3 de marzo de 2008

Cuando me vaya





Cuando me vaya dejaré en tus manos la clepsidra,
el vaivén del tiempo en el agua,
será como la arena húmeda de tu cuerpo,
ese lago profundo de tu vientre
en el que siempre me ahogo sin dudarlo.
Muerto en ti, soy la canción que humedece tus labios,
la hiedra que busca tu balcón,
el sendero que te lleva a un bosque oculto,
ese pájaro diminuto que te susurra un milagro.
Cuando me vaya recordarás que en mi
descansaban los crepúsculos del desierto,
y en la línea del horizonte seguirás buscándome
porque nunca se echa de menos
sin haber buscado antes el reencuentro.


Fotografía aquí

13 comentarios:

mia dijo...

"canción que humedece

hiedra que busca

sendero que lleva

pájaro que susurra"

Esto es para morir

para volver a nacer

para disfrutar,

profundamente,

para enloquecer!

♥♥♥besos♥♥♥

Isabel Barceló Chico dijo...

Qu� dolor, pensar en desaparecer. Y qu� hermoso suponer que quedaremos en la memoria. Besos, querido amigo.

ybris dijo...

Es curioso lo fecunda que resulta la idea de la marcha para imaginarnos lo que perdemos y lo que dejamos.
Y es que a veces hay que apelar a la imaginación para entendernos.

Un abrazo.

Morgana dijo...

La gente como tú, jamás se va del todo...

besos

Margot dijo...

Las marchas tienen su sentido, su quehacer, cuando al volver la mirada piensas en el reencuentro...

Un beso, Fernando!

UMA dijo...

Uno ansìa tener ese tipo de amores que no se lleva el tiempo, ni el viento.
Pero para ello ha de vivirse por completo sumido en la pasiòn y en la entrega sin reservas.
Estàs escribiendo de maravillas, es un gozo enorme leerte.
Un besazo, Fer

almena dijo...

Qué belleza.
Y qué ingrato el horizonte que se aleja siempre...

besos!

Anónimo dijo...

Me encanta la palabra clepsidra. Su sonoridad y morfología. ¿Puedes creer que hasta hace muy poco tiempo no sabía qué era una clepsidra? Asistí a una exposición de La Caisa en Pamplona en la que habían recreado algunas antiguas clepsidras árabes que eran absolutamente deliciosas.

carlota dijo...

A mí me ha gustado mucho ese primer verso: "cuando me vaya dejaré en tus manos la clepsidra" y confieso que he tenido que ir al diccionario.
Tenemos la necesidad de dejar huella, de demostrar que hemos vivido, que hemos pasado por aquí. De existir más allá de nuestra marcha.
Un beso fuerte.

Gubia dijo...

Por favor no te vayas nunca, a mi me hace falta tu poesía.Un abrazo

libertad dijo...

No te vayas, anda.
Un beso

EMBRUJADA dijo...

Todos nos iremos pero algo de nosotros quedarà ...

Tú llorarás a mares
tres negros días, ya pulverizada
por mi recuerdo, por mis ojos fijos
que te verán llorar
detrás de las cortinas de tu alcoba,
sin inmutarse, como dos espinas,
porque la espina es la flor de la nada.
Y me estarás llorando
sin saber por qué lloras,
sin saber quién se ha ido:
si eres tú, si soy yo,
si el abismo es un beso.

Siempre el Adiòs (Gonzalo Rojas)

Besos Fernando

Fernando Sarría dijo...

aunque pienso en irme...tardaré..besos

f.

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