
En el desierto de mis infinitas dunas
en el que cae la noche, noche de arena,
se resquebrajan y paren las siestas
tu frescor de estrella y luna, me tientan.
En el océano de profundos abismos
con silentes valles y oscuras cuevas,
me atisba el miedo desde su grieta,
su murmullo sabe a salitre y brea.
En el alto revolverse de las nubes
de blancos, grises,
furiosas mezclas,
me disuelven y al fin se diluyen
en lluvia, el dolor y la cautela.
Poema de Ana
Fotografía aquí
3 comentarios:
"...me disuelven y al fin se diluyen
en lluvia, el dolor y la cautela."
Bonitos versos, que fácil hacerlos propios.
Un saludo.
www.joseluisalvarezgago.es
Me gustan los mismos versos, hermoso poema.
un abrazo
Alba
Me ha gustado. Sabe a lucha interior este profundo poema de Ana.
Besos para ti y Fernando.
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