El lenguaje de las hormigas es húmedo, constante,
ligero pero lleno de matices y sabores.
Nada se determina de antemano,
reconocen las sendas claras y oscuras de la tierra,
de un cuerpo sonrosado y de un anhelo.
Su murmullo es la marca de su saliva,
la piel siempre deseándolas
y aunque cierren los oídos, las ventanas,
las puertas de la cama,
ellas, pacientes, sabrán esperar.
6 comentarios:
quien pudiera distinguir las sendas claras de las oscuras en la tierra como hacen las hormigas.....
bonita poesía. la anterior entrada sobre camareras me ha flipado.
un saludo!
Mucho tenemos que aprender de las hormigas.
Desde luego, su lenguaje de paciencia.
Abrazos
Uf, Fernando, qué buen símil, qué bueno ese hormigueo...
En la foto creo detectar también una fila de hormigas...
Un abrazo.
Pacientes si, trabajadoras también, pero, a veces, muerden Fernando. No sé yo ese lenguaje hasta que punto puede resultar incómodo, je, je, je.
Ahora en serio, es un poema muy bonito e imaginativo.
Besos Fernando.
Linda analogía
Abrazos desde mi sur
NO se determina de antemano?, quizá no el recorrido, quizá no, sus surcos, quizá no sus pasos, pero sí su fin.
Quedó sin especificar el matiz y su sabor...libre albedrio.
En esta tarde de niebla...tus letras serán mi guia de perdición.
Olimpia.
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