Ahora viene la noche,
nada me transmite el oscuro cielo
que pueda recoger en el silencio que ella me reserva.
Pasan los días con su horóscopo,
delgadas siluetas de las horas transforman el otoño
y no hay más salida que el frío con su oropel devoto
de este diciembre taimado y poderoso.
Recojo las avenidas en el breve espacio de mi respiración,
y como un arquitecto
hago del humo la construcción precisa de mis sueños.
Nada me importa del deseo iluminado en las repisas
y sin embargo me recuerdan tus paseos,
el caótico entrar y salir de las tiendas con las manos vacías
y la atención entusiasta a las tardías ofertas del verano cumplido.
Será la noche, descuidada en sus deseos,
una vez más el desahogo de ti,
encerrado en las cuatro paredes de mi cuarto
habito en la espera de la humedad de tu boca,
sé que en el final del viaje hay un retorno,
una rendija por donde colarte en mi cama.
Fotofrafía de
M.Á.Latorre
10 comentarios:
quizá no haya nada mejor como entrenamiento que inventarse las calles y aristas de la ciudad antes de subir al cuarto y reinventar de nuevo las paredes de su cuerpo. evocador. un abrazo!
Eres un artista, Fernando. Un poema bello y sugerente. Muchos besos. Y buenas noches.
Siempre quedan rendijas en la noche.
Es una pena que tantas veces traigan nostalgias además de escasas esperanzas.
Un abrazo
Amigo, hoy te has superado. Voy a ahumar mis sueños también.
Abrazos.
A veces vienen en mitad de la noche, abrazos.
Me ha encantado emana una melancolía a la que una dificilmente puede resistirse. Si me lo permites, de los que más me han tocado en mucho tiempo.
Un abrazo
Los detalles nimios nos llevan a lugares importantes, casi siempre de forma inesperada, trastornandonos.
un abrazo
cada vez me duele más lo que escribo...pero sé que aún así lo único importante es transmitiros algo que os haga sentir también a vosotros...si es lo parecido a lo que siento yo, ya me ayuda...gracias.
f.
Siento contradecirte,,,de nuevo....
Vale que el entretenimiento mundano te aleja de la realidad, vale...pero el verso final es un "apostilla" a ese transitar.
La desesperación y el cansancio son una mala alucinación...pero si regresa desde luego la cama será el mejor lugar donde esperarla.
Y no, no quiero sentirme como tú, lo siento.
Olimpia.
soledades rotas en mitad de una noche...son muy habituales que yo sepa.
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