Hay noches que guardan la simiente del deseo.
En sus aledaños cruzan las palabras como susurros
y la piel se eriza, expectante y deseosa
ante el cosquilleo de la sangre
y el sabor arenoso de la boca.
Todo se transforma. El cuerpo es agua recogida
entre las manos ardientes del amante
y la humedad de los labios dibuja interrogantes
que en la mañana apenas podrá recordar.
En la habitación del hotel, los muebles silenciosos
son los arrabales donde respirar
y alargar en el humo de un cigarrillo
la penumbra en que la noche habita.
Ella duerme y tú, tranquilo, recoges,
admirando su cuerpo desnudo,
los últimos vestigios de la pasión.
16 comentarios:
Fernando continuas "hiriendo" al lector con la concreción e identificación de tus escenas. Un poema que todos "hemos vivido" y que "revivimos" dándole la mano a tu ternura.
Un abrazo
Los caballeros no se van sin despedirse.
Ambiente mágico el que has recreado con tanto gusto y pasión.
Manos, piel...me has hecho recordar algún hotel dulce hotel...
Una preciosidad. El escenario siempre soñado.
con tus palabras nos sitúas a todos los lectores sentados en la butaca que hay al lado de la cama, mirando la escena desde dentro
esos relojes de arena y sangre y esas cuerdas que al decaer la pasión se destensan dando paso al sueño...
un saludo
Hoy has revivido dulcemente mis sueños. Gracias por ello.
Un beso fuerte
(qué prolijo eres, qué mucho!)
Qué evocadores son los hoteles, en general los lugares de paso. Me recuerda mi estancia en un hotel en especial, en Bruselas (es el hotel donde se rodaron las escenas del triciclo en "El resplandor", aunque mis recuerdos no son tan truculentos). Qué tiempos aquellos...
Un abrazo.
Guardan la simiente del deseo.
Que a veces nos resulta muy necesaria para conservar ciertas cosechas.
Un abrazo.
...y tú, tranquilo/a, recoges,
admirando su cuerpo desnudo,
los últimos vestigios de la pasión.
Ummmmm!!! que momento más intensamente feliz... memorizando esos instantes, mientras observas... a quien te hizo sentir.
un beso
;)
revivir las situaciones y las emociones en mis poemas...ese es mi intento...besos..Sonia.
Ja,ja,..este todavía no se ha ido..besos Athena.
M.M...esos hoteles de dulces recuerdos!!..besos.
Antrologos, es una escena común en muchas películas de la vida...abrazos.
Bienvenida Libertad..besos.
Lo mejor Alfred es la compañia..abrazos.
Ybris, cosechas...y recuerdos. abrazos.
Ynarud..guardemos los buenos momentos siempre vivos..besos.
Un fogonazo tus palabras.
Me gusta esa habitación y el poema que la engalana.
Saludos.
Ummmmm. El poema huele a viaje, a aventura, a tarde recogida.
un gustazo.
La que en este caso quedarìa despierta contemplando el cuerpo exhausto serìa yo, sin duda, no hay nada màs bello que recostarse en el ritmo acompasado del cuerpo deseado y disfrutado en el mutuo placer.
Un gusto leerte tan sentido.
Un abrazo, Fer
jua jua jua es que los hombres que conozcon sólo recogen cuando se van a largar :o)
Toro, hay habitaciones donde el tiempo pasa como en una película...esta es una de ellas..abrazos.
Nómada, bueno...a desván de pasiones diría yo...besos.
Quizás lo mejor del poema es que muchos nos podemos ver reflejados..con otra historia seguro pero con la misma emotividad...besos.
thena..que mala eres!..este no recoge más que los últimos estertores del deseo...no sabemos, lo dejo así por eso, lo que hará después...besos contemplativos.
Ellos....que deshicierón su pasión sobre la cama, ahora sólo les queda devorar-se aquella noche sabiendose efímeros...
Aún "contenido"-algo cohibido para mi gusto-el habitat superó al desafío.
Olimpia.
era una ráfaga de cine..un barrido de esos que lleva la cámara.
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