La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
martes, 13 de marzo de 2012
Después de ti el crepúsculo trajo tambores...
Después de ti el crepúsculo trajo tambores... La lejanía tuvo entre sus dedos el certero buril de la tristeza, esa costumbre mía que me lleva a mirar al Sur en busca del paso nocturno de los pájaros o del silencio que habita la noche.
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