martes, 22 de marzo de 2011

Un poema de "Babel en las manos"







Cuando el tiempo no era tiempo
sino solo el movimiento de las sombras,
mirar el horizonte era alcanzar con la mano el quebrado silencio,
la unidad de todo lo percibido,
el esfuerzo sin rostro,
mientras el dolor era la costumbre,
la aceptación,
la parte derrumbada de la casa.






3 comentarios:

  1. parece que ese tiempo y esa arribada a esa derrumbada casa se nos asoma por el ahora,porque el dolor ya se nos hizo cotidiano

    besos FER

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  2. no me cabe duda que este poemario tiene mucha pasta para enhebrar cuentas maravillosas
    desde este lado del mapa las mejores energías para que sea todo un éxito

    más besos

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  3. Bin escrito; como Dios manda. Abrazos.

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