
Reboso de sombras
como si cinco años de invierno
se abalanzaran sobre mi.
Escucho el viento,
las hojas de los álamos se inclinan ante él
y dan el envés plateado ante mi mirada silenciosa.
El río, el puente, un siglo de horas cayendo en cascada,
es la eternidad de un ángel moribundo
ahogándose en las aguas…
Siento en mi boca el sabor de sus alas.
F
Besos....
ResponderEliminarEmerge.
ResponderEliminarEstos bellos poemas, a pesar de su tristeza, me hacen sentir bien, la eterna contradicción del ser humano.
Un beso.
Ya sabes de quién es el poder de devolverle el vuelo...
ResponderEliminar....
Sabor de alas
ResponderEliminarsabor de vuelo.
besos.
Al leerte casi he sentido como si una avalancha de nieve me persiguiera, y yo corriera delante sabiendo que mordería su hielo.
ResponderEliminarEs lo que tiene la poesía:)
Besos.
Hay momentos así:
ResponderEliminarEl puente ya no es paso sino sombra de alas detenidas.
Pasará.
Un abrazo.
Te lleváste mi ala derecha ,
ResponderEliminarpara con sus plumas escribir mi tortura ,
desgarráste la ilusión que me elevaba ,
cuando tu presencia llenaba mis días.
Cupído de sensaciones en llamas
hoy no vuelo
"Cupído ausente"
un texto que hace un par de años hice y que hoy me lo has traído entre los renglones de la emoción pues dialoga muy bien con el tuyo
Qué amenazante ese ángel del revés, lleno de sombra. Seguro que ya estás a salvo;-)
ResponderEliminarUn beso.
Las sombras,el silencio, la eternidad...preciosa composición.
ResponderEliminarBesos