Andar despacio por el lado izquierdo de la vida.
Sentir como solo se siente uno frente a la noche,
sabiéndose único en ese instante de dolor.
Me estremece el frío, el viento,
ciertas palabras que crujen al pisarlas...
¡tantas hojas secas que rodean mi cuerpo!
Ahora vendrán a hablarme de la luz,
derribarán los muros con sus manos
y sosteniendo un manojo de flores violetas
derramarán unas lágrimas, todo,
como si la soledad no tuviera bastante
con esta isla diminuta donde se esconden los sueños.
f.

Maravilloso el sentir de este poema...
ResponderEliminarGracias.