lunes, 4 de junio de 2012

Gira el viento


Gira el viento y se hace ocre y enrojece al límite de la noche.

Se escucha el sonido del cobre, hay rastros de lluvia

y ese frío intenso que trae desde el recuerdo la mano de noviembre.

Despacio, como toda la ceniza,

cae sobre mí un polvo de nostalgia.

No hurgo, no pregunto, miro a través de los cristales

y en los visillos queda el aura desnuda de la noche.

Un viejo hule que tiene la existencia de la mesa

parece recordarme con sus grietas

que a veces pasan las cosas sobre nosotros

con alas de ángeles y silencio.


Poema publicado en la revista Ágora mayo 2012


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