lunes, 17 de octubre de 2011

El Hacedor 3.0 XLV










Me sirve ser el ciego cuando mis dedos te recorren.
Eres todas las cordilleras, todos los valles,
una ciudad, un bosque,
la algarabía de un país en sus contornos,
la sinuosa sensación de un desierto.
El mar y sus pájaros habitando mis noches.












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