La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
sábado, 27 de agosto de 2011
El Hacedor 3.0...XXIX
Traía siempre en su regazo la humedad y no me olvidé por ello del sueño vespertino de su sonrisa, mientras escuchaba, a veces, las lejanas pisadas que el tiempo no supo llevarse. Tan lejos como su sombra, también ellas se perdieron en la noche.
el tiempo siempre deja rastro tras de sí
ResponderEliminarni tan siquiera la noche puede ocultar todas sus huellas
como siempre: hermoso, Fernando... besos