viernes, 27 de mayo de 2011

Y ahora...














Y ahora que eres lo inolvidable,
el incienso ardiente de la tarde
¿cómo puedo deshacer la eternidad?









3 comentarios:

  1. Buenas tardes Maestro...Con su venia,
    Debemos diluirla,
    para que los pies sientan el fango,
    lúpulos de sonrisas,
    besos altisonantes.
    Gracias por escucharme...

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  2. Tal vez no haga falta,
    quizá esté ya la eternidad
    diluída en la memoria.


    Un fuerte abrazo.

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