En la palabra Cartago
siento inundaciones,
lluvias torrenciales,
un dolor en el costado
creciendo dentro
con esa lentitud
que solo deja el tiempo.
Pausa a pausa
un silencio y otro,
luego la verdad,
una luz que trae la mañana,
de ella como de todo
solo un tapiz de polvo
y un ir y venir de pájaros negros.
siento inundaciones,
lluvias torrenciales,
un dolor en el costado
creciendo dentro
con esa lentitud
que solo deja el tiempo.
Pausa a pausa
un silencio y otro,
luego la verdad,
una luz que trae la mañana,
de ella como de todo
solo un tapiz de polvo
y un ir y venir de pájaros negros.
F
inundación… torrenteras líquidas
ResponderEliminarque arrasan lo recóndito
lo escondido…
el poso del tiempo
después... la calma
el amanecer de lo nuevo
polvo?
o el hallazgo de los restos
besos Fernando
De veras Fernando, que con cada nueva entrada tuya, descubro al poeta que hay en ti. Descubro que la poesía se siente en el silencio y que comentarla es restarle sentimiento.
ResponderEliminarBesos.
La verdad muchas veces es así de triste y oscura.
ResponderEliminarUn beso, poeta lindo.
"un dolor en el costado
ResponderEliminarcreciendo dentro
con esa lentitud
que solo deja el tiempo"
Y llegará la ciudad nueva... con sus nuevas calles y sus gentes.
;)
Es una palabra que lleva a cuestas todo, con una contundencia que no pesa: su propio nombre y la historia y una especie de rumor. Me encanta.
ResponderEliminarUn beso.
Palabras densas en las que ha quedado parte de nuestra vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gusta mucho la palabra Cartago, nunca he sabido por qué. No soy capaz de decir gran cosa, la verdad, estoy fuera de combate por un jetlag bastante triste... Más bien carlag...
ResponderEliminarAbrazos.
A mí en cambio me trae hogueras, piras funerarias ardiendo en despedida, y una triste Elisa llorando a Eneas.
ResponderEliminarUn abrazo!