
Junto al Museo d'Orsay, en el Hotel Le Bellechasse,
un viaje en la noche de tu boca.
Adoro tu saliva, tu boca,
tu lengua experta deshaciéndome.
La noche es espesa,
sin astros donde reposar el universo,
y en la terraza, casi desnudos,
las luces de París alargan las calles
enmarcando un paisaje inolvidable
con la dulce sensación del deseo
y esa trama de caminos imposibles
que han dejado en mi piel tus labios.
F
Decimos París como se dice sueño:
ResponderEliminarsueños imaginados,sueños evocados.
No en vano
"las luces de París alargan las calles
enmarcando un paisaje inolvidable".
Un abrazo.
Un poema muy ardiente, ¿preparándote para la noche del 23?
ResponderEliminarEsa foto debe ser de París por dentro, ¿verdad?
Me encanto el Museo d'Orsay.
Un beso, poeta lindo.
Paris, bella ciudad para enamorarse o para vivir la pasion, como siempre bien reflejado en cada palabra que escribes.Enhorabuena.Un abrazo.
ResponderEliminarPronto visitaré esas calles alargadas de las que hablar. Ya te contaré. Me quedo con esta frase: "las luces de París alargan las calles
ResponderEliminarenmarcando un paisaje inolvidable"
Una belleza de poema. No acude a mis labios ninguna palabra. Sólo una dulce nostalgia que se alarga en la sombra del recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo grande grandote.
Un viaje espléndido. Abrazos.
ResponderEliminar".. sin astros donde reposar el universo..." tanto todo!
ResponderEliminarQue viaje : )