
Tensa la cuerda la lumbre,
sabe del silencio su lado cálido,
el esfuerzo y la cadena.
Un día tras otro se erige la piedra,
lisa y blanca como el mármol,
la luz termina pereciendo en el cóncavo eco,
y el instante, fugaz y rojo,
atraviesa las sombras…
Se hace la noche extensa,
sin más preámbulos.
Todo lo que duerme apenas sabe de esta vigilia.
sabe del silencio su lado cálido,
el esfuerzo y la cadena.
Un día tras otro se erige la piedra,
lisa y blanca como el mármol,
la luz termina pereciendo en el cóncavo eco,
y el instante, fugaz y rojo,
atraviesa las sombras…
Se hace la noche extensa,
sin más preámbulos.
Todo lo que duerme apenas sabe de esta vigilia.
La soledad del insomne vive en el último verso. Toda ella.
ResponderEliminarBesos.
Laura