Entonces la distancia no era suficiente para los dos
Entonces la distancia no era suficiente para los dos
y volverte a ver sabía a helado y a canción de Pink Floyd.
No traían los gintonics más hielo
que el que usaba mi boca para recorrer tu vientre
mientras el verano se cubría la espalda con la mía
y el crepúsculo apenas reconocía
que la noche era nuestra,
donde nada respiraba en ese cuarto
más que el anhelo y el deseo de naufragar uno en el otro.
En las distancias cortas la realidad no es consciente de su capacidad de ser recuerdo nostálgico.
ResponderEliminarCuando el mutuo deseo de naufragio no era miedo todavía.
Abrazos.
Me gusta...es tan bella ,tan sensual y cuando lees estàs viendo cada escena en la mente....realmente bella. Besos "Mujer rebelde".
ResponderEliminartus palabras
ResponderEliminardeberían inundar de poesía
los muros de cada ciudad.
un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo hay tiempo ni distancia
ResponderEliminarentre su cuerpo y mi sueño,
sólo un río de ausencia
temblando en mi aliento.
Un abrazo
PS: El gintonic, siempre con dos cubos de hielo.
Es preciosa esa hilación que has formado del hielo a la boca, de espalda a espalda, del crepúsculo a la noche, como una escalera que asciende y dota al poema de sentimiento.
ResponderEliminar(Precioso comentario de Noray)
Un beso, Fernando.
Laura