domingo, 2 de agosto de 2009

EL DESVÁN DE LA MEMORIA







Buscas en el desván de la memoria



las luciérnagas de ojos tristes



que solían acompañar tus noches



y te hacían resucitar en soledad.



Llevas la mano a tus sienes



en un gesto aprendido, mecánico,



vuelves a sentirte ese extraño



que se ahoga en el lago de una lágrima.



El ocaso se apodera de tu mente,



ya no eres aquel náufrago



que frotaba con ardor la lámpara



en un delirio arrebatado y efímero.



Aunque tu vida no es serena



te dejas arrastrar por un momento



al territorio de la pérdida



en un impulso por sobrevivir.





Ricardo Fernández Moyano




F


3 comentarios:

  1. Un genial, sincero y dramático texto realista. Aquéllas luciérnagas se apagaron para siempre.

    ResponderEliminar
  2. Memoria que nos lleva a una realidad en la que no nos reconocemos sino por lo perdido.

    Bello poema.

    ResponderEliminar
  3. Ese extraño tan familiar, Ricardo. Memorable poema el tuyo.

    Besos

    ResponderEliminar