
En el aeropuerto de Nuuk sólo existe el frío,
un horizonte blanco donde reposar la mirada
y alguna silueta de oso paseando en la lejanía.
Es posible que en Groenlandia
el silencio sea parte del continente
y que tenga un perfil contenido,
duro pero sereno
aunque queme como todos los silencios de la tierra.
En el adviento de las despedidas
podemos embarcarnos,
naufragar entre los abrazos que no nos daremos
y sabernos en esta soledad
que dan los aeropuertos
donde nadie te viene a despedir,
o cuando llegas y sólo la luz de las farolas te esperan
recordándote que todavía es invierno en el hemisferio norte.
un horizonte blanco donde reposar la mirada
y alguna silueta de oso paseando en la lejanía.
Es posible que en Groenlandia
el silencio sea parte del continente
y que tenga un perfil contenido,
duro pero sereno
aunque queme como todos los silencios de la tierra.
En el adviento de las despedidas
podemos embarcarnos,
naufragar entre los abrazos que no nos daremos
y sabernos en esta soledad
que dan los aeropuertos
donde nadie te viene a despedir,
o cuando llegas y sólo la luz de las farolas te esperan
recordándote que todavía es invierno en el hemisferio norte.
Habrá que emigrar hacia el sur, pregúntale a los pájaros
ResponderEliminarCruzamos nuestras miradas, pero no me reconociste. Sólo nos hemos cruzado dos veces. Aún así, me llevo prestado tu poema.
ResponderEliminarUn beso.
Nunca estuve en el hemisferio norte pero sé de lo que es capaz de dibujar la luz de una farola. Muy bonito, como siempre.
ResponderEliminarNo sé muy bien dónde estoy, pero creo que en el aeropuerto de Nuuk, hay primaveras más frías que algunos otoños, buscaré una farola.
ResponderEliminarSiempre me gustan tus poemas, al margen de los estados de ánimo.
Besos.
El silencio, a veces es duro, pero es sereno, y quizás es la serenidad lo que necesita mi alma, aunque sea duro por su vacio.
ResponderEliminarBesos Fer.
El primer verso es inquietante. El primero de la segunda estrofa regala poesía.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Posiblemente en Groenlandia
ResponderEliminarel frío tiene DNI.
No sé si opinarán algo
las auroras boreales.
De ahí que añore tanto los aeropuertos.
Un (b)eso sin dinero